El Real Madrid viajaba a Barcelona en una gran dinámica y con la ambición de competir frente al líder. Pero se marcha del Clásico con una goleada en contra y con bastantes dudas para lo que está por venir en las próximas semanas.
El encuentro estaba condicionado por dos factores. La baja de Zornoza, expulsada ante el Atlético, impedía al equipo contar con una pieza fundamental. En las locales estaba todo listo para vivir una fiesta. Una victoria ante el conjunto madridista les proclamaba campeonas de la Primera Iberdrola.
Alberto Toril insistió en el 4-4-2 de inicio. La gran novedad fue la inclusión de Olga Carmona como lateral izquierda. Maite Oroz, como ya hizo ante el Athletic, ocupó posiciones de banda. Pero el planteamiento no funcionó en ningún momento.
El Real Madrid se vio sometido desde el minuto 1 por las rápidas circulaciones y la presión tras pérdida del Barcelona. Dos aspectos del juego con los que siempre marcan la diferencia para apretar al rival contra su propia área. Y nunca hubo respuesta blanca.
Apagón en el Johan Cruyff
En la semifinal de Supercopa, el gran espejo al que mirarse, el Real Madrid fue capaz de bajar el ritmo al partido. Incluso, por tramos, llegó a controlar la posesión. Gracias a eso, pudo encontrarse cómodo y crecer hasta convertirse en un rival bastante incómodo.
Esta vez, las constantes imprecisiones en salida de balón fueron un lastre. Kaci y Teresa Abelleira estuvieron desbordadas por la situación. Con Maite Oroz demasiado desplazada y sin Zornoza, se echaron en falta soluciones para no abusar constantemente de los envíos en largo.
Tampoco funcionó la parcela ofensiva. Muy apagada salvo una ocasión clara de Athenea y otra de Asllani. La cántabra fue la única que transmitió peligro con su velocidad, pero no recibió balones. Esther, que se descolgó mucho para ayudar en defensa y en creación, fue de lo poco destacable.
En un contexto así, la defensa estaba permanentemente exigida y los problemas no tardaron en aparecer. La nota más negativa fue la de Kenti Robles, que cometió muchos errores con la pelota y estuvo totalmente superada. Misa no pudo hacer nada en los cinco goles del Barcelona.
Aviso para la eliminatoria de Champions
Seguro que no son pocas las conclusiones que saca Toril del encuentro. Muchas futbolísticas, pero también varias a nivel mental. Está claro que lo sucedido debe de servir de duro aprendizaje para lo que se avecina a partir del martes 22.
Si eliminar al Barcelona a doble partido parece una auténtica quimera, hacerlo jugando la vuelta en un Camp Nou con todas las entradas vendidas aumenta aún más la exigencia. Además, es una situación totalmente nueva para la gran mayoría de la plantilla.
Con la liga ganada, las culés ya centran el foco en revalidar el título de campeonas de Europa. El Real Madrid debe estar preparado para sufrir y no derrumbarse pase lo que pase. Tiene que igualar la motivación y la concentración para competir o los 180 minutos se le pueden hacer muy largos.
Pese a todo, una derrota entraba dentro de lo previsto. Las de Toril siguen dependiendo de sí mismas para clasificarse a la Champions League. El empate del Atlético de Madrid en Vallecas deja la diferencia en cinco puntos, con las blancas teniendo que recuperar aún dos enfrentamientos.
El mes de marzo no se detiene. Antes del doble Clásico europeo, el Real Madrid afronta dos citas importantes ante el Levante y el Granadilla. No hay mejor vitamina para recuperar la confianza que la victoria. Una buena oportunidad para que el vestuario se reponga de este golpe y siga acercándose a los objetivos.
¿Qué te ha parecido el partido? ¿Cómo imaginas ahora la eliminatoria de Champions? ¿Crees que esto puede afectarle mucho al equipo? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
Pioneras del Real 
¡Brutal! Gran crónica. Aquí seguimos esperando la siguiente
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